“…la mejor forma de aplicar los conocimientos adquiridos en el Arte Marcial, es en la cotidianidad de nuestros actos, intentando para ello que sean siempre equilibrados, racionales, jamás producto de un impulso y sobre todo con un espíritu, que aún siendo guerrero, deje ver nuestra paz y armonía interior.
Quien logre controlar su mente, logrará controlar su alma, sólo de ese modo es posible transitar el Do de manera adecuada, porque quien hace uso de los conocimientos de manera equivocada, lejos estará de convertirse algún día en un verdadero Maestro…”